¿Sabías que la inclinación de la Torre de Pisa se debió a un error de cimentación? Error que, de hecho, todavía se comete en algunas cimentaciones. Es por eso que además de un invaluable legado cultural, la historia de su construcción nos deja importantes aprendizajes sobre los aspectos que deben tenerse en cuenta para evitar la inclinación, el hundimiento o el colapso de las edificaciones.
Debido a lo anterior, el famoso campanario de la Plaza de los Milagros es un ejemplo reconocido en todo el mundo. Aunque la intención era que la torre conservara su posición vertical, esto no fue posible debido a factores como el desconocimiento de las condiciones del terreno, al no haberse realizado un estudio de mecánica de suelo y haberse colocado una cimentación insuficiente para soportar un edificio de esa altura, la construcción comenzó a hundirse, presentando una inclinación anual a razón de 1.1 minutos de grado por año.
Existen dos tipos de cimentación: cimentaciones superficiales y cimentaciones profundas, ambas tienen como objetivo proporcionar un medio para que las cargas asociadas a la superestructura (que suelen concentrarse en columnas o muros) logren transmitirse de manera adecuada al suelo, garantizando resistencia y seguridad a la construcción.
A continuación analizaremos los criterios para optar por cimentaciones superficiales o profundas según las necesidades de cada obra.
Se colocan sobre las capas superficiales del terreno, brindando soporte a las cargas mediante la ampliación de la base. Esta opción es viable en edificaciones de poca altura o emplazadas en terrenos con una capacidad portante aceptable.
Para estos casos, son elementos constructivos óptimos las zapatas aisladas, zapatas corridas y placas de cimentación.
La construcción de cimentaciones profundas es oportuna cuando la capacidad portante del suelo no es suficiente para resistir las cargas de la superestructura, o cuando hay limitaciones arquitectónicas que impiden el uso de una cimentación superficial.
En estos casos, las estructuras de soporte suelen estar conformadas por pilotes y placas de cimentación, pilotes preexcavados o hincados y micropilotes.
Adicionalmente, los proyectos de construcción grandes pueden optimizar sus procesos mediante el uso de piloteras o estaciones móviles que se encargan del habilitado in situ de estos elementos a través de ingeniería tecnificada.
A continuación enlistamos los errores de construcción más comunes durante el proceso de cimentación:
Este ofrecerá un diagnóstico claro de las condiciones del terreno en cuanto a su composición estratigráfica, la presencia de suelos muy blandos, flojos o de laderas inestables.
En síntesis, los momentos cruciales en proyectos de esta naturaleza son identificar el tipo de cimentación requerida y los elementos estructurales adecuados para asegurar la resistencia del edificio.
¿Cómo puede determinarse esto? Asegurándose de que las personas correctas y el equipo adecuado están involucrados en la realización de la obra. Solo trabajando y asesorándose con expertos en el tema se podrán garantizar resultados profesionales y específicos para cada construcción.
La calidad del acero en los elementos de cimentación hace la diferencia en su desempeño a lo largo de la vida útil de las construcciones y facilita el reunir los créditos necesarios para obtener certificaciones como la que acredita el estándar de calidad LEED.
De igual manera, la fabricación estandarizada en las cantidades requeridas para el proyecto permite ofrecer propuestas que generan una menor cantidad de desperdicios.
En INGETEK, garantizamos estos beneficios a través de nuestra experiencia y optimizamos las tareas constructivas mediante el habilitado de aceros de refuerzo en la obra.
Tenemos años de experiencia en la industria que, aunado a nuestro trabajo mano a mano con DEACERO®, nos permiten garantizar la máxima calidad y resistencia en todos nuestros productos y soluciones.
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