El urbanismo es la disciplina que estudia la interacción de los usuarios con la infraestructura de las ciudades, a fin de que el espacio responda a las problemáticas de una época determinada.
En la actualidad, podríamos hablar sobre que esta se centra en el cambio climático y en la necesidad de repensar la arquitectura para orientar la planeación urbana a consolidar ciudades inteligentes.
Estas urbes se caracterizan por el uso eficiente de infraestructura, áreas verdes y tecnologías para la comunicación y conectividad. En este sentido, uno de los principales retos de la arquitectura contemporánea es disminuir los niveles de contaminación que son generados.
Tan solo en Estados Unidos, se calcula que los edificios son grandes responsables de emitir grandes cantidades de CO₂, así como de un altísimo consumo de energía y agua.
En el caso de México, a esto se suma el hecho de que en las próximas décadas gran parte del crecimiento demográfico en el país será urbano. Se prevé que en 2030, México pasará de contar con 384 ciudades a 961 y se estima que en ellas se concentrará más del 80% de la población, la cual vivirá mayormente en condiciones de pobreza.
Lo anterior planteará otros desafíos en cuestión de urbanismo y sustentabilidad, entre ellos:
Todo lo cual encuentra potenciales soluciones en las siguientes tendencias arquitectónicas:
La construcción de ciclovías emergentes es una de las tendencias motivadas por los cambios que produjo la pandemia en la interacción de los usuarios con el espacio urbano.
Dos ciudades en las que esta estrategia ha reportado importantes beneficios ecológicos y para la salud, son París y Boston, pero los resultados positivos también se observan en la ciclovía de la Avenida Insurgentes en la Ciudad de México.
Algunas de las tendencias que hacen muestra de la modernización en las construcciones y de la ecología urbana, son:
Responde a la preferencia de la generación millennial por pequeños espacios multifuncionales y minimalistas en la búsqueda de vivienda.
Es uno de los principales objetivos en el estudio de la ecología urbana. En la práctica, esto es posible mediante la construcción de edificios que minimicen la generación y el consumo de energías convencionales a través de la producción in situ, valiéndose de fuentes renovables.
Además, estos proyectos requieren de mantener bajo control la ventilación natural, permitiendo la renovación del aire de manera más eficiente en los meses de verano.
La selección de materiales reciclados y con potencial de ser reutilizados una vez concluida la vida útil de las construcciones es una de las alternativas más importantes para una construcción ambientalmente responsable.
Según el material del que se trate (acero, madera, vidrio, entre otros.), la industria de la construcción puede acceder a beneficios como una mayor durabilidad, resistencia y adaptabilidad a las temperaturas extremas, tal es el caso del acero, conocido por su elevado potencial de reciclaje y sus propiedades mecánicas.
La construcción bajo altos estándares de sustentabilidad no es nueva, sin embargo, las estrategias para lograr la eficiencia energética, flexibilidad, dinamismo y multifuncionalidad de los edificios se renuevan de manera constante.
Con estos objetivos, el diseño sostenible está implementando diversas tecnologías solares como calefactores, calentadores de agua y producción de energía mediante paneles solares y aerogeneradores.
En INGETEK, nuestros procesos de ingeniería tecnificada permiten la fabricación estandarizada de las piezas de acero y se elaboran a la medida de las necesidades de la obra. Esto asegura una construcción sin desperdicios y con máxima eficiencia.
Además, como parte de nuestro compromiso con la sustentabilidad, garantizamos que todo el acero utilizado en nuestros productos y soluciones es acero sustentable procesado por DEACERO® mediante una metodología rigurosa, respetuosa y respetable con el medio ambiente.